Al estallar el movimiento armado de 1810, el caudillo Miguel Hidalgo y Costilla invitó a Iturbide a unirse a la causa con el cargo de teniente coronel, sin embargo Iturbide optó por ponerse a las órdenes del virrey y defendió la ciudad de Valladolid contra las fuerzas revolucionarias; su notable actuación le valió el ascenso a capitán.
Con este nuevo grado, Agustín de Iturbide combatió a las guerrillas indígenas, y acabó por capturar a Albino Licéaga y Rayón, logro que le valió un nuevo ascenso. Posteriormente, fue nombrado comandante general de la provincia de Guanajuato, donde se distinguió por su implacable persecución de los rebeldes. Diversas acusaciones (abuso de autoridad y malversación) propiciaron que el virrey Calleja destituyera a Iturbide, pero fue absuelto de todos los cargos gracias al apoyo del auditor Bataller.
Siendo general del ejercito realista, estaba a favor de la monarquía española.
Derrotado el ejercito de Vicente Guerrero y obligado a firmar el acuerdo de las tres garantías que dió origen a la bandera tricolor y a pesar de haber pactado con Guerrero la independencia, convocó al rey de España, Fernando VII, para que se viniera a ocupar el trono de México, en virtud de que las corte española lo había relegado del poder. Es decir, Iturbide seguía siendo monarquico.
Ante la negativa del rey, solicitó que el propio rey mandara a un representante para que fungiera como rey de México. Propuesta que tampoco fue atendida. ..Seguía siendo monarquico.
Ante este fracaso diplomático se propuso e impuso como Agustín I, emperador de México, que en aquel entonces incluía centroamérica.
De monarquico simple se convirtió en moranrquico emperador.
Obligado a renunciar a "su imperio", con la separación de las repúblicas centroamericanas, se reinstaló el congreso y con ella la república.
Se fue a Europa siendo aun monarquico. Un año después regresó a México, fue detenido y fusilado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario